Historia y curiosidades de la guitarra clásica
La historia de la guitarra ha evolucionado al igual que lo ha hecho el propio instrumento. Aunque existen recreaciones pictóricas que acreditan su existencia en la antigüedad, los primeros instrumentos que se conservan, y que están muy lejos de parecerse a la guitarra española o guitarra clásica que conocemos en la actualidad, datan del siglo XVI.
El oficio de luthier fue pasando de generación en generación y el arte de su fabricación fue derivando en creaciones más avanzadas, ajustándose éstas tanto a la música para guitarra que se componía como al modo de tocar la guitarra de los músicos de cada época.
A lo largo de los años, el instrumento se ha ido amoldando a los artistas ya que cada una de las guitarras se diseña pensando en el tipo de toque para el que va a ser usado. Además, su tamaño y forma han ido variando para conseguir no sólo un mejor manejo, sino una mayor musicalidad.
El material y número de cuerdas empleadas también ha ido cambiando. La primera guitarra conservada tiene cinco pares pero durante buena parte de su historia fueron solo cuatro. Con respecto a la guitarra actual, el número de cuerdas se ha establecido en seis, aunque hubo épocas en que llegaron a ser el doble.
El tipo de madera empleada en su fabricación es otro de los factores claves en conseguir el resultado deseado, desde los primeros ejemplos conservados suele haber una clara preferencia por el uso de pícea para la tapa y palo de rosa para la caja, siendo el mástil y el clavijero las partes en las que se presentan más variaciones a lo largo de la historia y donde en muchos casos se diferencia un tipo de guitarra de otra.
Hoy en día, podría decirse que hay tantos tipos de guitarras como posibilidades musicales ofrece el instrumento de cuerda más reconocido y extendido mundialmente.