La música para guitarra suena a madera
El tipo de madera con la que esté fabricada la guitarra clásica, española, acústica o eléctrica es un factor fundamental, tanto como el luthier que la haya construido, ya que su grosor y composición afectarán directamente al timbre y vibración a la hora de tocar la guitarra.
Lo primero es conocer cuál va a ser el uso que se le va a dar a la guitarra y el tipo de melodía que se pretende conseguir. Con esto, determinaremos la madera idónea para la caja.
Una de las maderas consideradas de alta calidad es el Palosanto de Brasil. Ofrece óptima densidad y resonancia a la hora de tocar la guitarra. Está pensada principalmente para guitarra clásica ya que es capaz de mantener el sustain.
Su hermana pequeña sería la construida con Palosanto de India que, más ligera que su homónima brasileña, se hace más cómoda para viajar y trabajarla. De color entre brillante y púrpura, comparte características acústicas con su versión brasileña.
Si lo que se persigue es un sonido percusivo, brillante y metálico, la madera idónea es la de Ciprés. Popular entre los profesionales del flamenco, Paco de Lucía incluido, produce un sonido ideal para salas pequeñas donde la guitarra española se tiene que fusionar con el cante y el baile.
Otra madera idónea es el pino abeto para la tapa. Dibuja graves generosos y su acústica es de las más homogéneas en cuanto a música para guitarra por sus aptitudes tonales. Si se pondera la ligereza por encima de todo, la madera perfecta es el Caoba o Mahogany. Proporciona un timbre, nítido, robusto y oscuro, lo que no significa gravedad sino capacidad de alcanzar tonalidades oscuras.
En los últimos años, el Ziricote ha sido una madera nueva empleada por Alhambra. Hay dos modelos nuevos que están cosntruidos con esta madera: Iberia Ziricote y Luthier Aniversario.