Accesorios para la guitarra: el metrónomo
El metrónomo tiene que ser amigo del guitarrista en el clásico, el flamenco o cualquier otro estilo.
A veces se piensa que el uso del metrónomo está dirigido solamente para cuando se toca la guitarra en grupo o acompañado de otros instrumentos o disciplinas.
La relación con el metrónomo tiene que ser la de aliados, no se puede seguir los “beeps”, hay que interiorizar la cadencia e ir a tiempo.
Además de conseguir tocar a tiempo, con el uso de este accesorio imprescindible para el guitarrista, se consigue mejorar en diferentes cuestiones en torno a la guitarra.
Mayor precisión
Es común explicar por parte de los profesores de guitarra, que si se es capaz de realizar un ejercicio despacio, se puede realizar rápido. Esto es una realidad, mediante el metrónomo se adquiere una importante precisión que se convierte en muy importante, cuando se aumenta la velocidad.
El uso de este dispositivo posibilita ganar precisión en los movimientos y de esa manera tener la capacidad de aumentar la velocidad en la guitarra, sin perder calidad.
Desarrollo técnico
De la misma manera que se adquiere capacidad para aumentar la velocidad al tocar, el uso del metrónomo también contribuye a que el desarrollo de la técnica sea el adecuado.
Si se trabaja con el metrónomo a poca velocidad y se realizan todos los movimientos de manera adecuada, se pueden detectar errores técnicos, sobre todo en cambios de posición en la guitarra o en la misma posición de los dedos.
De manera que el uso de este accesorio es muy importante para que el guitarrista mejore su faceta técnica.
Seguridad en la interpretación
El hecho de utilizar el metrónomo y estudiar las piezas a interpretar de manera lenta, también es una forma de retener en la memoria la obra y por lo tanto de conseguir más seguridad.
Como vemos, en el uso del metrónomo son todo ventajas pero ¿cómo se utiliza?
Iniciación en el uso del metrónomo
Para empezar a utilizar este accesorio, lo primero que hay que hacer es configurarlo de manera que no hayan acentos. Podemos poner una cadencia lenta, de unos 80 “beeps” por minuto y tocar una nota cada 4, después cada dos y después una nota por “beep”.
Después sería ir incrementando la velocidad, para posteriormente trabajar diferentes ritmos.
Pero siempre teniendo en cuenta que primero tenemos que escuchar. Como decíamos, hacernos amigos del dispositivo para no intentar seguirlo e ir haciendo oscilaciones para coincidir con él.
El metrónomo y la musicalidad
Aunque es muy importante utilizar este dispositivo, porque es fundamental conocer el ritmo, el tiempo adecuado de interpretación, también tenemos que tener en cuenta la musicalidad en la interpretación. No se puede tocar todo a golpe de metrónomo, porque parecería que el que toca la guitarra es un robot.
Ahí es donde entra la musicalidad de cada intérprete para el disfrute personal de la música y para el disfrute del público en general.