Cuidado de las uñas del guitarrista
En anteriores publicaciones hemos hablado de cómo mantener las uñas, pero ¿cómo se tienen que pulir y qué forma deben tener?
Las uñas del guitarrista son elementos que tienen que soportar una importante presión, en determinados momentos es prácticamente lo mismo golpear la cuerda que golpear la mesa, la fuerza que genera el dedo es muy elevada. Motivo por el que la posición de ataque tiene que ser la adecuada, al mismo tiempo que el estado, la forma y el pulido de la uña.
En anteriores publicaciones.
Anteriormente hemos comentado sobre diferentes remedios para mantener las uñas del guitarrista, por un lado el uso de endurecedores o de aceite de rosa mosqueta para que la uña esté dura y además se estimule la circulación de la sangre, para mantenerla en las mejores condiciones.
También hemos comentado sobre la posibilidad de reemplazar la uña por medio de la porcelana o el gel, o incluso utilizar algunos recursos que salvan la uña de manera temporal hasta que vuelve a crecer.
Un ejemplo es el Nailkit de Royal Classic mediante uñas de repuesto o la seda, una solución temporal muy acertada.
Sobre el limado y pulido
Es muy importante el limado y pulido para garantizar el mejor mantenimiento, además de elegir la forma más adecuada. Un forma que, por otra parte, tiene que ir ligada a la manera de interpretar.
Normalmente, a no ser que se toque la guitarra de manera muy esporádica, las uñas del guitarrista no se cortan, solo se liman y se pulen.
Para el limado se pueden utilizar varias tipos de lima, las de metal son la más comunes, seguidas de las de cartón recubiertas de papel de lija. Aunque posiblemente las más recomendables son las de vidrio, ya que duran mucho, son fáciles de limpiar y además son las más comunes entre los especialistas. Solo tienen el problema de que si caen se rompen.
A partir del lijado, hay muchos guitarristas que proceden al limado de manera evolutiva, limando con medidas del grano de la lima cada vez más fino.
Es algo que va a gustos, aunque lo importante es llegar al pulido mediante un papel de lija muy fino, se puede hablar de un grano de 2000, lo que significa conseguir un pulido muy delicado.
Este grado de pulido hará que no se produzcan enganches y además el contacto con la cuerda produzca el efecto deseado.
Por último, si se pretende llegar a un tacto muy “aterciopelado”, se puede utilizar cuero, simplemente cortando un trozo de un grosor elevado y puliendo las uñas en él. El resultado es muy interesante.
La forma de las uñas
Sobre la forma que deben tener, mucho se puede hablar y estudiar, pero sobre todo depende del tipo de interpretación y de la técnica a utilizar.
Normalmente las uñas se dejan con una longitud media, donde en la parte interior tenga alrededor de un milímetro y en la parte exterior unos tres. En la parte exterior se deja más longitud, por el apoyo en la cuerda y para que la uña tenga más resistencia.
También hay guitarristas que las dejan totalmente redondeadas para no tener enganches de ninguna manera.
Y una forma que es bastante común entre los guitarristas clásicos, es dejar la parte interior muy corta (1mm) y la parte exterior muy larga.
Al respecto de esta última opción, podemos encontrar algunos estudios del guitarrista David Rusell, quien explica una técnica de mano derecha donde la uña frota contra la cuerda mediante todo su perfil, a modo de arco en un violonchelo, algo que produce un sonido muy dulce y potente.