Guitarra flamenca, guitarra clásica, el trémolo
En la guitarra clásica, el trémolo está formado por tres notas, en la guitarra flamenca, normalmente está compuesto por cuatro notas.
El trémolo fue inventado en el siglo XVI, con el objeto de imitar los efectos de la naturaleza. Compositores como Paganini, Tárrega, Barrios Mangore o Eduardo Sainz de la Maza, utilizaron este recurso en sus composiciones, así como infinidad de intérpretes de guitarra flamenca.
No es lo mismo el trémolo que el arpegio. Cuando se tocan las notas de un acorde, una tras otra, estamos realizando un arpegio, nombre que viene del arpa.
El trémolo, tanto en la guitarra flamenca como en la clásica, produce un efecto muy similar al generado por otros instrumentos de cuerda pulsada, como la bandurria o la mandolina. Es una repetición de una misma nota tocada normalmente en semicorcheas o fusas, creando un efecto de continuidad en la melodía.
Precisamente para conseguir este efecto de continuidad, se debe ejecutar con una velocidad adecuada, de forma que cuando no está sonando el trémolo, pero sí el acompañamiento con el pulgar, la sensación sea que la melodía no para.
Normalmente la técnica se aplica mediante los dedos anular (a), medio (m) e índice (i), que realizan la melodía. Movimiento siempre alternado con el pulgar, que realiza el acompañamiento.
La forma más común de disponer la acción de la mano derecha sería tocando: p-a-m-i-p. Muchos intérpretes utilizan una progresión diferente, en concreto p-i-m-a, o incluso p-i-a-m.
También es muy común escuchar a guitarristas que lo aplican a máxima velocidad, aunque, como se ha mencionado anteriormente, lo complicado es conseguir un resultado homogéneo, donde las notas fluyan con armonía, y controlando el volumen en cada momento de la pieza.
En el flamenco es muy común el trémolo de cuatro notas, se le añade una nota más, por lo tanto la técnica es algo diferente, normalmente p-i-a-m-i.
Cómo estudiar el trémolo
El trémolo, en la guitarra flamenca y en la clásica, como cualquier otra técnica, necesita de trabajo y dedicación. Empezar a tocarlo lentamente ayuda a ir cogiendo el tacto adecuado y la potencia de sonido necesaria.
Precisamente conseguir un volumen adecuado, que resalte la melodía y que se module de forma homogénea, es lo más importante junto a conseguir la precisión rítmica y velocidad adecuadas.
Respecto a ésto, un recurso interesante a emplear es una sordina, ya sea una esponja, gamuza o una hecha con papel. En la guitarra flamenca y en la clásica, una sordina aislará la melodía de los armónicos que se generan y ayuda a controlar mejor la técnica.
En algún vídeo de Paco de Lucía, hemos podido ver a éste utilizando una sordina en su guitarra flamenca. Un recurso con el que por un lado se consigue el volumen adecuado para tocar en lugares como la habitación de un hotel, donde no se pueda molestar. Y por otra parte ayuda a conseguir la potencia adecuada en la mano derecha, por consiguiente, también ayuda a conseguir aumentar el volumen con el que tocamos.