La guitarra flamenca en la música clásica
Los guitarristas clásicos, Daniel Fortea, Regino Sainz de la Maza, Ángel Barrios o Quintín Esquembre compusieron basándose en la guitarra flamenca.
Estos guitarristas españoles nacidos en el XIX, pero con su trayectoria artística en el siglo XX, aportaron interesantes composiciones al repertorio de música española para el instrumento de seis cuerdas, y en muchas de estas obras se denota una importante influencia de la guitarra flamenca.
El primero de ellos, Daniel Fortea (Benlloch, 1878 – Castellón, 1953), fue un guitarrista y prolífico compositor. Alumno directo del mundialmente conocido Francisco Tárrega. De entre sus numerosas composiciones, podemos encontrar obras como “Andaluza”, “Malagueña”, “Tango Flamenco”, “Sevillanas” y muchas otras obras con marcado estilo de guitarra flamenca, que se entremezclan con delicadas composiciones clásicas.
Regino Sainz de la Maza (Burgos, 1886 – Madrid, 1981), guitarrista y compositor de gran éxito, amigo íntimo de Federico García Lorca y encargado del estreno del famoso Concierto de Aranjuez en 1940.
Precisamente junto a García Lorca, se encargó de armonizar melodías populares o incluso algunas del mismo García Lorca. Entre ellas: “Prendimiento de Antoñito el Camborio camino de Sevilla”.
Entre las composiciones de Sainz de la Maza, encontramos “Soleá”, “Petenera”, “Andaluza” o “Zapateado”, piezas inspiradas en la guitarra flamenca y donde se percibe el gusto y cariño por este arte.
Ángel Barrios Fernández (Granada, 1882 - Madrid, 1964), amigo de Sainz de la Maza, fue un compositor y guitarrista español, hijo de un famoso “tocaor” y “cantaor”, amigo de Falla y asistente a la tertulia intelectual bohemia conocida como “el Rinconcillo”, como también lo fue el mismo Ángel.
Autor de alguna ópera, obras sinfónicas y de diversas zarzuelas, Ángel Barrios compuso música para guitarra y también acompañada de piano.
Obras como “Flor Granadina” o “Arroyos de la Alhambra”, con su llamativa “Tonadilla”, muestran a un compositor con carácter puro español y con importantes matices de la guitarra flamenca.
Quintín Esquembre (Villena, 1885 - ¿?, 1965) también fue un guitarrista y compositor español, muy conocido en tierras valencianas por su composición “La entrada”, un pasodoble torero muy interpretado en fiestas de moros y cristianos.
Recientemente, a Esquembre se le ha nombrado hijo predilecto, a título póstumo, del municipio de Villena ( Alicante).
Hizo numerosas transcripciones y arreglos, entre sus trabajos podemos destacar los realizados para tres guitarras, de autores como Granados, Falla o Turina, obras que eran interpretadas por el trío Esquembre, del que formaba parte su propio hijo.
Algunas de sus composiciones como “Canción Playera” y “Zapateado”, tienen ese sentimiento español, que nos recuerdan a la guitarra flamenca. En concreto la primera, está compuesta en forma de seguidilla, un tipo de canción española que en el siglo XVIII formó parte del repertorio más castizo, donde los “cantaores” vertían toda su imaginación en forma de letras.
La aportación realizada a la cultura, por parte de estos grandes músicos, muestra nuevamente la presencia de la guitarra flamenca en el mundo de la música clásica, aportando al público melodías y estructuras cercanas, que fortalecen la pasión por un instrumento eminentemente español, la guitarra.