Origen e historia de la guitarra española
La guitarra española es conocida, a nivel técnico, como la guitarra de cinco órdenes. Puede decirse que tocar la guitarra española se convirtió en extraordinariamente popular a partir de la publicación del Pequeño Tratado para Guitarra Española de Cinco Órdenes, de Juan Carlos Amat, en 1586.
Ya en el siglo XVII, su popularidad fue tal que se convirtió en la preferida de los salones reales, al sustituir al laúd y la vihuela, e igualmente disfrutada por el resto de clases sociales de la época, fundamentalmente en España, Italia y Francia.
De esa primera época, la obra más interesante fue Introducción a la Música sobre Guitarra Española, fechada en 1674, de Gaspar Sanz, y consistente en una mezcla de las composiciones más populares de la música de la época.
La sexta cuerda llega en el siglo XVIII, gracias al padre Basilio, hecho que recoge la publicación Principios para tocar la Guitarra de Seis Cuerdas, de su discípulo Francisco Moretti.
En el siglo XIX, la guitarra española ya se encuentra adaptada a las técnicas de rasgueado y punteado, a las que se añaden las de partamento y vibrato. Destacan intérpretes como Fernando Sor y Dionisio Aguado, con su concepto de sonido limpio, metálico y dulce.
Del siglo pasado, destacan tres: Regino Sanz de la Maza, Andrés Segovia y Narciso Yepes, que deleitaron al público mundial interpretando la maravillosa música para guitarra compuesta por maestros como Isaac Albéniz, Enrique Granados o Francisco Tárrega.
Mención aparte merece la guitarra flamenca, con sus toques de improvisación y libertad y sembrada de asombrosos artistas como El Murciano, Manolo Sanlúcar, Paco de Lucía o Vicente Amigo.
Y, finalmente, en el ámbito literario, al igual que la guitarra clásica, la española ha sido objeto principal de obras de poetas y escritores, lo que da idea de la enorme admiración que este instrumento español ha despertado en todo el mundo.